El término RCP corresponde a la reanimación cardiopulmonar. Es un procedimiento de salvamento que se lleva a cabo cuando la respiración o los latidos cardíacos de alguien han cesado. Esto puede suceder después de ahogamiento, sensación de ahogo, asfixia u otras lesiones. La reanimación cardiopulmonar consiste en:
- Respiración boca a boca, para preveer oxígeno a los pulmones
- Compresiones que faciliten la circulación
Lamentablemente, en algunas situaciones podemos estar ante la presencia de un bebé o un niño que tenga dificultad respiratoria y/o riesgo de parada cardiorrespiratoria debido a un accidente o alguna patología. Es necesario conocer las peculiaridades y las especificaciones cuando se trata de niños.
En niños mayores de 1 año la RCP se realiza igual que en adultos, con una excepción: en lugar de usar ambas manos para realizar las compresiones usaremos únicamente el talón de una mano para modular nuestra fuerza.
En el siguiente vídeo se explica con detalle:
En Lactantes, la RCP es muy diferente, por lo que esta entrada está especialmente dedicada a ello. En la mayoría de las ocasiones las paradas cardíacas en lactantes se deben a que se atragantan con la comida (que provocan una insuficiencia respiratoria), por lo que la manera de proceder es totalmente diferente:
Cuando se ha conseguido despejar las vías aéreas del bebé se realiza la RCP:
Se empieza con 5 insuflaciones de rescate y a continuación se realizan 30 compresiones y dos insuflaciones, y se comprueba el estado de consciencia. Se continua con las compresiones 30:2 hasta que se reanima al bebé o hasta que llegue el equipo sanitario.
Podéis encontrar más información en la Asociación Española del Corazón
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